viernes, 17 de mayo de 2013

diarioadiario.com - La energía del futuro está aquí

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Tras la realización de foros y diversos estudios, la dirección técnica del Consejo Regional de Desarrollo (CRD) ha considerado que para nuestra nación tomar mejores rumbos en la solución a los graves problemas de generación de energía eléctrica.
Los sistemas fotovoltaicos posibilitan la transformación de la energía que contiene la radiación solar en energía eléctrica. Las localizaciones geográficas caracterizadas por recibir un alto nivel de radiación solar son las más propicias para su utilización, como ocurre en nuestro país.
Frente a las energías convencionales, la energía solar fotovoltaica presenta la característica de ser una fuente ilimitada de energía, por tratarse de energía renovable. Las fuentes de energía tienen impactos medioambientales inevitables. Cada vez son más claros estos efectos en el planeta, lluvia ácida, efecto invernadero, residuos radioactivos, accidentes nucleares, etc.
Todo lo anterior hace que la energía fotovoltaica sea cada día más deseada, no en vano en varios países desarrollados como Estados Unidos, Alemania, España, Japón, entre otros, han destinado grandes recursos en investigación y desarrollo de la energía solar fotovoltaica.
Las investigaciones iniciales en este campo se enfocaron al desarrollo de productos para aplicaciones espaciales. Las celdas fueron comercializadas por primera vez en 1955. Pero sólo a comienzos de los ochenta comenzaron a establecerse compañías fotovoltaicas.
Las celdas fotovoltaicas se fabrican con silicio. Este elemento es el que permite que se dé el proceso de generación de electricidad. El fenómeno fotovoltaico y su consecuencia es la corriente eléctrica directa. Esta corriente puede ser almacenada en "baterías" para, si se desea, pueda ser utilizada fuera de las horas de luz.
Una característica importante es que las células o celdas admiten tanto la radiación directa como la difusa, lo que quiere decir que se puede conseguir energía eléctrica incluso en los días nublados. Además, las celdas fotovoltaicas no tienen partes móviles, no es necesario su mantenimiento y tienen una vida útil de entre 20 y 30 años.
Los componentes de un sistema fotovoltaico dependen del tipo de aplicación que se considere y de las características de la instalación. Para el caso de un sistema autónomo, los componentes necesarios para que funcione correctamente son: Paneles fotovoltaicos, baterías, regulador de carga e inversor. En cambio, las instalaciones conectadas a la red de distribución eléctrica se caracterizan por no incorporar baterías, ya que la energía que se envía a la red no necesita acumularse. Esto puede hacerse, ya que en nuestro país existen medidores de dos vías, que permite que la energía producida que no estemos utilizando pase a la red.
Los bombillos que se utilizan deben ser de elevado rendimiento y de bajo consumo, tales como bombillos de bajo consumo (12 a 15 watts) o incluso bombillos LED (2 a 9 watts).
En conclusión, las principales características de los sistemas fotovoltaicos son:
• Simplicidad
• Livianos y pequeños. Sus dimensiones son muy reducidas y se pueden instalar fácilmente sobre el techo de las viviendas, entre otros lugares.
• Eficientes
• Ausencia de partes móviles (Poco o ningún mantenimiento).
• Facilidad de ampliación
• Resistentes a cambios climatológicos.
• No Contaminan
• No consumen combustible
• No existen pérdidas por transferencia
Lo que vivimos hoy podría calificarse como una gran crisis energética. Existen fuentes de energía convencionales: el carbón, el gas, el petróleo, algunos pueden ser relativamente baratos, pero con grandes efectos contaminantes importantes y, además, algún día se terminarán.
Debemos sustituir las fuentes de energía convencional por la energía solar, antes de que lleguemos, si es que no estamos ya, a una crisis energética de amplio espectro. Si eso pasa, será sólo nuestra culpa, ya que la naturaleza nos ha proveído de lo necesario y somos nosotros quienes no somos capaces de aprovecharlo.
En la República Dominicana tenemos la Ley de Incentivo al Desarrollo de las Energías Renovables (No. 57-07), vigente desde 2007, ofrece una amplia gama de exenciones impositivas en aras de estimular a sectores económicos nacionales e internacionales a invertir en ese nicho de mercado.
Para el consumidor individual, según la ley existía un incentivo de devolver como crédito fiscal hasta el 75% de lo invertido en energías renovables, pero luego del "paquetazo fiscal" de fines del año pasado, el Gobierno lo redujo a un 40%. Este crédito fiscal sería descontado en un periodo de tres (3) años.
Sería interesante saber, cuánto ha podido el Estado dominicano recibir por este concepto. Lo que sí sabemos es que esta decisión ha detenido una gran cantidad de proyectos fotovoltaicos en el país, o por lo menos los mismos se han retrasado. Urge que el Gobierno dominicano revise a conciencia los pro y los contra de haber bajado estos incentivos tan significativamente, cuando de mantener los mismos en el nivel original de la Ley 57-07 significaría que más personas en sus casas y empresas estarían en disposición de ir instalando sistemas fotovoltaicos y/o eólicos para suplir de energía a sus hogares y oficinas, con el subsiguiente ahorro de divisas para el país al bajar el consumo de energía tradicional.
Manos a la obra Presidente, revisemos los alcances de la más reciente reforma fiscal y brindemos de nuevo los incentivos que necesita el país en un tema tan importante como la energía fotovoltaica, cuya alternativa proponemos y presentamos al país desde el rumbo cierto hacia el desarrollo que propone el Consejo Regional de Desarrollo (CRD).
(José Adolfo Herrera Acevedo es coordinador de provincias del Consejo Regional de Desarrollo (CRD), ingeniero, empresario y catedrático universitario. Email: crdnordeste@yahoo.es.)
Por Ing. José Adolfo Herrera Acevedo

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